Días de playa o viviendo por encima de mis posibilidades.


Publicado hoy 28 , escrito ayer 27.

Aprovechando, que es gerundio, la inestabilidad laboral y este momento complicado que estamos atravesando (léanse con sorna los eufemismos que últimamente tanto escucho en boca de presidentes de asociaciones de emprendedores, directores de recursos humanos, consultores, coachings profesionales y casta política). Es decir aprovechando que estoy en el puto paro y que no tengo obligaciones a la vista, el lunes decidí que me quedaba en la playa, en la casa de los padres de mi novio (futursuegros) a pasar una semana que prometía ser más que calurosa. Dicho y hecho. Aquí me quedé y ¡¡¡qué lujo!!. ¿estaré viviendo por encima de mis posibilidades ahora que parada y sin ahorros me decido a quedarme tomando el sol y leyendo en vez de estar buscando curro a destajo desde el amanecer hasta la noche?, pues mire usté y “uschte” también, haciendo referencia a aquella tópica pregunta ¿si supieras que te ibas a morir mañana qué harías? pues yo, que no se lo que haría, supongo que llorar desconsoladamente y a lo mejor morirme antes del susto, en cualquier caso preferiría estar haciendo esto de las vacaciones “falsas” (¿tiene derecho a vacaciones un parado?) que estar buscando un curro sin un enchufe, ni una mala recomendación…sólo con mi currículum, mis conocimientos y mi experiencia en el maletín. ¡¡Bah!! Mucho mejor estoy donde estoy.





¿Os doy envidia?


Recomiendo encarecidamente, que a no ser que os gusten las playas abarrotadas, el agua caliente, el ruido y el aroma a lomo frito todo junto y mezclado, os vayáis a la playa en junio. Es una gozada. La tranquilidad, hay gente, pero la justa para que entre tu toalla y la del vecino haya espacio suficiente para aparcar un camión.


Los niños son menos y menos ruidosos. Están con los abuelos que no les llevan tan atados como los papis. Están solos, todavía no han hecho amigos. Están aun con el chip escuela y aún no han  tenido tiempo de aborregarse y ser seres salvajes  a la conquista de una playa, de una lapa o de pequeños peces, colchoneta, balón, cubo, rastrillo, palas en mano.


El sol es más llevadero. Eso no creo que sea porque haga menos o más calor, simplemente es una sensación objetiva que te da el hecho que la playa está casi vacía y por lo tanto puedes disfrutar, sentir la brisa. Esto desde mediados de Julio y sobre todo en agosto es imposible apreciarlo. Se mezcla el calor, el olor a frito del chiringuito, el grito hipohuracanado de los niños, las madres, los adolescenteshormonas, las familias mequedoavivirenlaplayaconmiequipodecampingcompleto.


A mi me gusta ver el mar, como persona de interior  me fascina. La playa, abarrotada o en temporada, la detesto. Tengo la playa a 1 minuto de casa de futursuegros y en agosto no suelo ir a no ser que madrugue y me pueda dar un baño  antes de las 11. Si no es así, no me molesto en bajar. Me agobia. Por eso estos días estoy disfrutando de lo lindo. Aquí sola (hasta las 4 que viene mi chico, cosa que también agradezco: que venga; porque  pasar la tarde y la noche sola se me haría largo) con mi playa, mi gata, mis paseos, mis lecturas…


Lecturas. Como no tenía pensado quedarme solo me traje un libro de los 3 que saqué de la biblioteca el jueves. Me lo terminé el domingo y porque decidí alargarlo un poco bebiendo cerveza y echándome la siesta en vez de leyendo. El libro es CASTILLOS DE CARTÓN de Almudena Grandes.  Me encanta esta escritora y éste no lo había leído. Es corto, se puede leer perfectamente en un día. Entretenido. Narrativamente sencillo y fluido. La historia, un triángulo amoroso en plena juventud, sin dramas ni sordideces, me ha resultado creíble. Daban ganas de unirse al trío. Es una novela menos profunda que otras de Almudena y más breve, una lectura interesante para un día de playa o de piscina o de montaña. Vamos como si te pones una peli un tanto intrascendente solo por el puro placer de dejarte llevar por una aventura.


En la casa de la playa hay algunos libros así que estuve mirando varios para seguir con la lectura. Entre EL EGOÍSTA de Nativel Preciado, BEATRIZ Y LOS CUERPOS CELESTES de Lucía Etxebarría, EMMA de Jane Asuten, LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS de Gonzalo Torrente Ballester y la relectura de LA SOMBRA DEL VIENTO de Ruiz Zafón, me lancé a EL EGOÍSTA. Una novelita muy corta, que pensé que podría hacer el mismo papel que la anterior, el de  dejarme atrapar y pasar un buen rato de lectura sin mayores pretensiones. Y la verdad es que la novela me gustó. Va sobre la vida de un hombre, con poder político y económico y las personas que lo rodean. Un poco de intriga política, otro poco de corrupción, de lujo, de amor y reflexión acerca de las apariencias, de los poderosos, de la vida misma desde el punto de vista de un hombre que sólo conoce el éxito. Éste me lo leí en unas horas. El lunes por la mañana estaba ventilado. Y tenía que seguir porque en la playa y sin un libro…¡¡buff!!.


Me lancé a EMMA. Razón, el año pasado en mi máster de literatura comparada europea (así, todo seguido) conocí la literatura inglesa de la época victoriana, de hecho leímos una novela de Jane Austen y lo cierto es que me gustó. A ver, esta literatura exige que nos sitúemos en una época y un contexto determinado, porque de lo contrario resulta todo tan encorsetado que se hace muy poco creíble desde nuestra óptica actual. El libro me está gustando, aunque ya digo que en ocasiones me saca de quicio tanta “tontería” como tiene la protagonista y sus personajes secundarios, pero la moral victoriana es lo que tiene.


No obstante por la tarde, que tuvimos que ir a un centro comercial por asuntos de fuerza mayor ( Perrinovio se dio un baño en la playa y se llevo consigo su maravilloso Smartphone, que se dio otro baño y, según nos dijo el forense de móviles del servicio técnico, falleció en el instante) mientras Perri´s Churri, estaba en lo suyo con el móvil me fui a la sección libros y aquí me fui a la sección libros de bolsillo y encontré LA VOZ DORMIDA de Dulce Chacón que hace tiempo que le tengo ganas y en la biblio de mi pueblo no lo tienen. Llevaba 10 euros y el libro valía 9,99 y me lo compré (¿despilfarrando y viviendo por encima de mis posibilidades?). Y ahí está, esperando a que acabe con EMMA o EMMA acabe conmigo.


(El lunes empecé otro libro, antes de ponerme con EMMA.  EL PINTOR DE BATALLAS de Pérez Reverte, no me he leído ningún libro de Pérez Reverte y pensé que tal vez éste me podría gustar. Pero lo dejé, porque no me gustaba ni el tema ni la narrativa tan descriptiva que utiliza. Demasiados rodeos, demasiado tiempo pensando “el personaje” sin que pase nada, sin que la cosa avance. No me enganchó.)





Por cierto, no tengo internet. Y puedo vivir. Bueno…confieso que ayer me fui con mi churri a un terraza-piscina-pub-sitio que tiene wifi para mirar mi correo, porque tenía un poco de mono internetil. Entonces vi que tenía varios comentarios en algunas entradas de los blogs y me hizo mucha ilusión*. Mañana, ya desde casa os contestaré y pegaré esta entrada que estoy escribiendo desde la playa. Ahora me voy a darme un bañito y a tomar el sol mientras leo.




2 comentarios:

  1. Me has dado hasta envidia y eso que no me gusta la playa!! jajajaja
    Y por supuesto que un parado tiene derecho a vacaciones!! Que estar desempleado no es estar desocupado, no? Lo de la búsqueda de curro así como la describes me suena mucho, eh? xDDD
    Por cierto, ¿allí tenéis lo de los puestos específicos? Aquí están saliendo las plazas ahora, no sé cómo irá en otras comunidades...
    Qué gustazo leer en vacaciones :D

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  2. A mí no me gusta demasiado la playa,sólo desierta, o de noche. Viene a ser casi lo mismo, ahora que lo pienso. Pero disfruta de tus vacaciones no pagadas y que le den por saco al mundo :D

    La voz dormida es uno de mis libros favoritos ;) Ya nos contarás! :D

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