Es una reflexión. Nada más.

A mi en la vida me pasan todos los días cosas muy buenas, una de ellas es acabar viva y sana todos y cada uno de los días desde el 7 de enero de 1973. Ya es, ¿no?
Evidentemente en estos casi 41 años, ya largos, me han pasado cosas desagradables. Pero sinceramente, me quejaría de vicio si dijera malas, horribles. La vida ha sido, hasta ahora, buena, benevolente conmigo. 

Es cierto que no me han ocurrido cosas maravillosas de la maravilla. No soy millonaria, ni reconocida socialmente, ni he descubierto nada extraodinario, ni soy una atleta acojonante, no he escrito Harry Potter, ni siquiera he tenido un trabajo donde mi responsabilidad fuera algo importante, no se...soy anodina. Vivo, lo mejor que puedo, o lo intento, según mis posibilidades y con eso no solo me conformo, aunque procuro mejorar, sino que soy feliz. Si tuviera más cosas, creo que seguiría siendo feliz, pero también puedo serlo sin ellas.

Sin embargo, si me fallara esa benevolencia con la que la vida me ha tratado hasta ahora, no sería feliz, o me costaría mucho serlo. 

Por eso, ¿por qué a veces nos empeñamos en valorarnos por lo que nos falta, en vez de por lo que hemos logrado? 
Quizá lo que hemos logrado no sea digno de ninguna mención especial, ni nos den el Príncipe de Asturias por ello. Pero vamos a parar a pensar: ¿qué pasaría si nos quitaran eso poco, minúsculo, anodino y simple que hemos logrado? 
¿qué pasaría si alguien nos quitara la capacidad de saber leer o escribir? ¿y si no supiesemos cantar? Imagina que mañana no eres capaz de andar, o que tus manos se han paralizado. Qué pasa si dejas de recordar a todos los que te rodean? Si te quitarán aquel sobresaliente? Si tus amigos desaparecieran o no tuvieras una casa en la que pasar la noche. Qué pasa si no hubieras dado ese consejo a tiempo a un desconocido? Y si no hubieras escuchado los que te dieron a tí? Tu trabajo igual no es el mejor del mundo, pero ¿que ocurriría si no lo tuvieras?

Es una reflexión. Nada más. 

New York, New York...



Lo primero, la promesa. 



New York era mi sueño. Y creedme si os digo que aún no soy consciente del todo de haber estado allí. Una esperaba llegar y que el corazón se le pusiera a mil por hora por estar viendo, con sus propios ojos, todo lo que de la tele, de los libros, de las canciones, de las fotos... ya conocía. Y sí, alguna lágrima de emoción se me escapó nada más aterrizar en el JFK, la falta de costumbre de estar a 6000 km de distancia de casa, en otro continente, al otro lado de un océano, es lo que tiene, que a mí me emociona. Pero mi corazón estaba tranquilo. No me podía creer que aquello que veía a lo lejos, desde el taxi, fuera Manhattan. ¿Ese rascacielos que se intuye es el Empire State? ¿Es el Sky Line neoyorkino, tantas y tantas veces visto? Y por eso, porque todo, absolutamente todo, a primera vista es reconocible, no sabía si era verdad, era película, o simplemente ya había estada allí antes, muchas veces. Pero esta sensación parece ser que la tenemos todos. New York la sientes tuya enseguida. Sí, es verdad. Pero también la sientes ajena enseguida, ¡¡porque es tan diferente!!

Incendio en Harlem
Antes de ir  tenía un especie de ansiedad, quería ver todo aquello que había visto en las pelis: todos los rascacielos, los taxis amarillos, los autobuses amarillos del cole, los bomberos, la policía, las lavanderías, las alcantarillas con humo, los villancicos por las calles, el derroche de decoración y ambientación navideña ... pero pensaba que igual no veía a ninguno de los iconos ¡ja! New York está plagado, plagado de autobuses escolares, de taxis, de bomberos, plagado de todos los tópicos porque simplemente es que es así. Imposible no verlos.  A los bomberos los ves sí o sí. En Madrid ya puedes pasarte un mes que igual no ves jamás un coche de bomberos a toda leche por la cuidad, en New York lo raro es que no los veas en plena acción. Incluso nosotros llegamos a ver una salida de bomberos, policía y sanitarios sofocando un incendio en Harlem. De verdad que igual que las series de televisión. Sólo que los bomberos no son tan cachas, ni guapos, ni fenómenos y los médicos tampoco. ;-) Los polis es que en las series tampoco se esmeran mucho en sacarlos favorecidos. Ves las alcantarillas echando humo, o mejor dicho, los tubos naranjas en medio de la calle echando humo, ves los mendigos, las casas con sus escaleras de incendios...las ratas, también las ves. Yo tenía el miedo de perderme algo, de no reconocer todos los tópicos. Pero creo que no me faltó ninguno, y no hace falta buscarlos, porque salen a tu paso.

Lo que me sorprendió de New York: los olores. Huele diferente. Muy diferente. Muchas veces a comida.
Me sorprendió lo extraordinariamente multiracial que es. Es increíble. Es alucinante la cantidad y cantidad de gente de diferentes razas y orígenes  que puedes llegar a ver al cabo del día y que vive y convive: blanca, negra, mulata, latina, china, india...


Vale que New york es un tablero de los barquitos, la 5ª avenida con la calle 52, pero aún así, es fácil despistarse, perderse, desorientarse. Es mucho más sencillo situarse sobre el mapa, que in situ. sobre todo yo, que soy el terror del GPS.


Mires donde mires es puro espectáculo


Hemos hecho de todo, hemos pateado la cuidad todo lo que nuestros pies nos han permitido. El calzado cómodo es una recomendación que escucharéis mucho y creedme: tal vez sea la única a la que debáis hacer caso 110%. Calzado cómodo, para andar.  Hemos subido a los dos rascacielos: al Empire y al Top Rock.

Vista desde el Empire State


 Hemos sobrevolado New York en helicóptero, hemos cogido el ferry gratuito a Staten Island para ver la estatua de la Libertad  y nos hemos encontrado con una panorámica nocturna preciosa, impagable, de Lower Manhattan. Hemos ido al Radio City Music Hall a ver a las Rockettes y meternos en vena una dosis de americanismo navideño de extrema pureza. Hemos ido a Washington en el día. Hemos paseado por el High Line de buena mañana y por el Batery Park a media tarde, hemos comido muchas hamburguesas, hemos bebido cervezas a precio de oro. Hemos estado en el desfile de Macys de acción de gracias.


Globo gigante del desfile de Macys


 Hemos visitado la Biblioteca Pública y comprado algunos regalos en su espectacular tienda, ¡me lo hubiera llevado todo! Hemos regateado en Chinatown para no comprar nada. Hemos ido a una misa Gospel y tomado un brunch en Harlem. Hemos hecho el tour de contrastes para ver Queens, el Bronx y a los judíos ortodoxos de Brooklyn, hemos flipado con éstos últimos, mucho. Muchísimo. Mi nivel de racionalidad no llega a comprender semejantes fanatismos. Hemos paseado el puente Brooklyn al anochecer para ver desde el parque Dumbo a la New York espectacular, luminosa, que todos hemos visto en las pelis de Woody Allen, hemos comido pizza en Juliannes, hamburguesas en Burger Joint, sobrevalorado, en J.G Melon, en PJ Clarkes, el falso, pero con unas vistas del Batery Park y la estatua de la libertad que bien merecieron el precio de la comida, hemos cenado en una hamburguesería, Bills bar burguer, muy recomendable, con amigos en acción de gracias. Hemos ido a Katz´s a comer pastrami.
Sandwich de pastrami de Katz´s


 Hemos paseado por Central Park, hemos estado en Bryan Park, un parquecito precioso, con una pista de patinaje tan especial como la del Rockefeller center, pero más grande. No hemos patinado, el riesgo de partirnos las piernas u otros miembros de nuestro cuerpo muy necesarios en la vida en general y mucho más si eres turista en New York era muy elevado y no quisimos tentar a la suerte. Hemos visto el árbol de navidad del Rockefeller, ese que se ha encendido hace pocos días y sale siempre en las noticias. Hemos disfrutado de la iluminación y el ambiente prenavideño. Hemos comido  perritos y hemos ido bebiendo café por la calle. Hemos ido a comprar al supermercado, toda una odisea, ¿qué elegir? ¿qué será esto? ¿probamos esto otro? ¿cómo se pedirá aquello?   Nos hemos apañado "bien" con el inglés, en New York se habla español, pero si hablas inglés: mejor. Hemos ido de bares americanos, nos han encantado todos, sus precios no, pero era nuestra luna de miel y tiramos por lo alto. Los bares son acogedores, casi, casi mullidos. Te atrapan, es un gusto sentarte en sus barras,  de frente, apoyándote y mirando hacia los camareros. Hemos tomado una copa-cerveza en un lugar llamado 230th, con unas vistas impresionantes del Empire State y de casi todo New York y que yo recomeindo para aquellos presupuestos ajustados, que no puedan subir al Empire o al Top Rock, aquí, por 8-9 euros que te costará una cerveza, tienes las vistas, el lugar el chulísimo y no es nada exclusivo, a pesar de lo bonito que es. También se puede comer, cenar o tomar el brunch. Hemos pasado muuuucho frío y bastante calor. New York es una cuidad de contrastes incluso en el tiempo, un día te hielas y al otro te sobra toda la ropa. Nos hemos dado algun caprichín de Black Friday, nada del otro mundo, porque no somos muy de shopping. Estuvimos en Grand Central, la estación, la víspera de acción de gracias, fantástica la estación y el trasiego de gente. No dejéis de ir y mucho menos de pasaros por el pasaje de los susurros y bajar a lo que llaman Dining Concourse, vais a flipar y si vais con hambre: pecaréis.

Manhattan desde Brooklyn

New york, en general, es caro. Supongo que como todo, según planifiques tu viaje te saldrá mejor o peor de precio, pero si te dejas llevar por el consumismo, que es fácil porque es brutal la manera de consumir que tienen, se te va el dinero sin querer. En mi caso era entrar en un Duane Reade y gastarme, en chuminadas campestres 30 dólares: tiritas, bálsamo labial, pomada para cold sore (calenturas) descubrí una tan buena que volví a por más, Tums...unos antiácidos con los que tengo una historia personal maravillosa y que fue lo que más loca me volvió cuando los encontré, chicles varios, cosas de higiene personal en mini tallas...en fin, que me volvía loca en esas tiendas-droguerías-farmacias que también abundan en la cuidad. 

Vista del puente de Brooklyn

Mi gran consejo si vais a ir a New York es que planifiquéis el viaje, desde luego. Como ir a cualquier sitio, llevar unas referencias siempre se agradece y creo que se aprovecha mejor el tiempo, pero también os invito a improvisar. Sobre todo con lo de comer. En New York la oferta es tan variada que cerrarse o condicionarse un día por ir a comer o cenar a tal o cual sitio es una autentica chorrada, a no ser que seáis los magos de la cuadratura y seáis capaces de cuadrar vuestra visita, con las horas de comer y los lugares perfectos. En New York, y ya lo dice Elvira Lindo (leedla), todos los sitios tienen las mejores hamburguesas del mundo, los mejores perritos, etc...etc...Así que vayáis donde vayáis acertaréis seguro. A mi me encantaron los Delis, que cuando estéis allí los comprenderéis. Los que tienen comida estilo buffet, pero que es al peso, son una maravilla y la variedad de platos extraordinaria. Yo llevaba muchos sitios de comer apuntados y fuimos a casi todos, pero no recomendaría ninguno especialmente: Burger Joint (que lo he visto en todas partes, incluida mi guía lonely planet) es enano, comes rápido y a disgusto mientras miradas de personas en la cola se te clavan esperando que acabes y les dejes tu sitio, por no hablar de tu desesperación de coger una mesa antes de que te den la comida para luego estar apretado, codo con codo, comiendo con la gente.  Comida rápida en estado puro. JG Melon...pues nos pareció descortés. Katz´s decadente (también fuimos el día que más frío hizo, lluvia, viento, nos perdimos y tardamos una hora y media en encontrarlo con lo que empezamos a comer casi a las 17:00 horas) y el pastrami...ni fu ni fa, eso sí las patatas especiales.


Lavabos del Radio City Music Hall

Dejaos llevar, hay mucho borreguismo turístico. Todos estábamos en los mismos sitios. Las colas en determinados sitios como Ellen Stardust (no fuimos pero lo vimos), o en Silvias en Harlem (sí fuimos, como era temprano no había cola pero cuando nos marchamos era flipante)  eran impresionantes. Teniendo la enorme oferta que tienes a tu alrededor me resulta absurdo perder el tiempo en esperas. Nosotros no hicimos cola en ningún lugar. Tuvimos suerte quizá, ni siquiera para subir al Empire, y eso que fuimos el día de acción de gracias a mediodía.

Desde el Top Rock

New York no es peligroso. No tengáis miedos tontos y dejéis de ir a lugares porque os penséis que os va a pasar algo. Harlem es precioso, recorrer el bulevard Malcon X os lo recomiendo. Es una maravilla. Nosotros hemos andado por la calle y por el metro a horas intempestivas, 2-3 de la madrugada y sin ningún problema, simplemente que veréis alguna rata que otra. 

Harlem

Nos alojamos en un apartamento, en el Upper East Side, calle 103. Lo busqué en la web AIRBNB os la recomiendo, cansada de ver malísimas críticas de hoteles, cosas muy absurdas como camas sin hacer, camas sin sábanas, otros huéspedes en la misma habitación además de cucarachas, falta de personal, falta de limpieza, ruidos...y todo a precio de hotel de 5 estrellas  y que a mis 41 ya no soy, ni estoy para Hostels o albergues, buscamos apartamentos y creo que es la solución ideal. Si vais mas de dos personas, sin duda os saldrá genial de precio y por lo general, al menos nuestra experiencia ha sido 100% positiva, están de maravilla. Id a alguno que tenga buenas y muchas referencias, no os dejéis llevar por fotos muy bonitas que luego no se ajustan a la realidad. Unos amigos íntimos que fueron en octubre lo buscaron en la web La casa de mis primos y también vinieron muy contentos. 

A grandes, enormes rasgos esta es mi visión de New York. Pero iré poco a poco contando alguna cosa más, porque necesito revivirla. 

Detalles de Navidad por las calles newyorkinas

A pesar de todo, lo único que pretendo es transmitir que a veces vamos un pelín encorsetados a los lugares y que parece que si no haces lo que han hecho otros, si nos vas donde van todos te estás perdiendo algo. No lo creo. Hay cosas en New York que hay que ver, las verás sin querer, incluso. Hay otras que no tienen por qué interesarte, a nosotros por ejemplo todo lo relacionado con compras, outlets varios, incluido el century 21 y la tienda de Apple, nos traía sin cuidado. Pero hay gente que le encanta. Con los lugares de comer, pues he disfrutado más en un bar plagado de neoyorkinos, comiendo lentejas y sopa, que en alguno de los sitios recomendados. Los bares tienen encanto, os lo digo. Y el sandwich de pastrami me dejó fría, me comí uno de jamón, comprado en la estación de autobus de Washington que me gustó muchísimo más. Y al Magnolia Bakery ni entré. Tanta magdalena de colores me satura.


Mi sensación es la de que hemos aprovechado el tiempo y que además algún día que otro nos hemos dejado llevar. No llevábamos todo planificado a tope. Estoy segura de que nos falta, nos habremos dejado muchas no, muchísimas cosas en el tintero. Pero en diez días no se puede pretender abarcarlo todo. Y hay que disfrutar, que batantes estímulos te llevas a la cama. Yo creo que han sido los diez días más intensos de mi vida. Pero es que cumplir sueños es lo que tiene, que agota. Pero engancha. 


Edificio Rockefeller con árbol de navidad cubierto



Todas las fotos son hechas por mí, of course. 

Que dejéis de llamarnos gilipollas

Hace poco hemos asistido al nuevo nombramiento de un ministro en España debido a la dimisión forzosa de una ministra. [Leasé forzosa con todo el énfasis que se requiere: forzosa...forzosa...forzosa...]
El señor Alfonso Alonso es el nuevo ministro de sanidad. Nada más ser conocido su nombre como nuevo ministro se empezó a hablar de sus cualidades y aptitudes para estar al frente de tan importante, aunque tan denostada y degradada cartera gracias a las últimas ministras que han estado a su frente, en especial la última, para quién la sanidad publica es tan importante como para mí lo son los pendientes de Tous. 
Fue un calificativo general y común el de alabar del nuevo ministro su marcado y gran carácter político. "Es un gran político" repetían, insistían, compartían, consensuaban sus compañeros de partido y algunos periodistas. Tiene un gran carácter político, es un político de los pies a la cabeza, es un hombre con talante político...y un sin fin de expresiones más en esta línea. 

NO SE ENTERAN USTEDES DE NADA. 

Decir de alguien, hoy por hoy, que es un gran político, que tiene carácter político, que la política esta en sus venas es poco menos que decir que es un completo y absoluto sinvergüenza. Eso es lo que para nosotros, los cuidadanos, significa SER POLÍTICO. 

Hubiera sido mucho mejor que hubiesen dicho cosas como: 
Es un hombre con un marcado carácter de carninero. Es un gran taxista. Lucha mucho por las zapaterías. Su vida es la panadería. Le encanta la contabilidad. Siempre quiso ser maestro. Le importa mucho la moda....Pero decir que es un estupendo político y pensar que en nuestras mentes va a crearse una imagen positivia de alguien es seguir a años luz de la realidad. 

No nos interesan los despotas, chorizos, mentirosos, sinvergüenzas, caraduras, engreídos, ignorantes, absurdos, chafarderos. No nos interesan los políticos. Queremos personas HONRADAS, comprometidas y con los pies en el suelo. Que escuchen, que atiendan, que NO MIENTAN TANNNNNNNN DESCARADAMANTE. QUE NO ROBENNNNNN TANNNNNNN DESCARADAMENTE. 

En definitiva:
 ¡¡¡¡QUE DEJÉIS DE LLAMARNOS GILIPOLLAS A LA CARA!!!!

Por cierto, eso que dicen ahora de la recuperación económica lo habrán notado 8. Una cosa es que no haya recesión otra COSA MUY DIFERENTE que para ello algunos estén viviendo una PUTA MIERDA DE VIDA. Eso no es recuperación. Punto.

En el aeropuerto.

Nervios, emoción, incredulidad, alegría, miedo...incertidumbre, felicidad, impaciencia, sueño. Todo esto es lo que siento en este preciso momento, en la terminal 1 del aeropuerto de Barajas, a poco más de 2 horas de salir hacia New York. A 10 horas de pisar la ciudad de los rascacielos y cumplir un sueño. Me voy con mi marido, de viaje de novios, 4 meses después de nuestra boda...y pienso ¿De verdad esta es mi vida?

No todo es felicidad, un sabor amargo me acompaña...nunca la felicidad es completa, por eso es tan importante disfrutar cada segundo, aunque no vayas a New York.

Voy a contaros mi viaje, no se si día a día o poco a poco cuando vuelva, para saborearlo más o las dos cosas. Pero lo contaré.

A veces parecerá imposible, pero al final, algunos sueños se cumplen.

Pecados praderiles: La pereza

Todos nos dejamos llevar por la pereza en algún momento. Pero como en casi todo, aquí también hay niveles.

En el nivel 1: Los Piltrafillas de la pereza. Ocurre algo muy curioso, sus seguidores, siendo los menos perezosos del reino perezil, se consideran a sí mismos ultraperezosos. Son los que más se autocalifican como muy perezosos. 
Qué pasa en este nivel, su lema es NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY. Aquí hay mucha gente que ante un libro que no les gusta, lo leen más despacio, pero se lo acaban. Si tardan una media de 7 días para leerse un libro que les guste, con estos estarán unos 15, pero se lo terminarán. 
Los piltrafillas de la pereza suelen ser gente muy activa y es por eso que algunas cosas no les dan tiempo a acabarlas y tienen la percepción de que es por pereza, pero ¡no amigos! es simplemente cansancio, falta de tiempo o acumulación de tareas.

En este nivel se suele dar mucho el caso de que lo que se suele dejar para mañana son las tareas del hogar. Aquellas más ingratas, como barrer o pasar el polvo se pueden demorar más, pero no así la plancha, que les encantaría llevarla al día, pero se les suele acumular ropa como mucho de una semana. 

Los piltrafillas de la pereza no van a clase a primera hora un día a la semana y unos tres días al mes van a trabajar sin desayunar. Compran papel higiénico cuando aún quedan 5 rollos, nunca les falta la leche para el desayuno, aunque hay veces que van al límite y tienen que salir la tarde anterior a por ella, cosa que les da mucha pereza. Bajan la basura diariamente, pero con pereza en su mente. Suelen cambiar las sábanas de la cama cada 7 días, aunque se lo piensan mucho y ellos desearían hacerlo más a menudo. Hay casos de perezosos piltrafillas que han llegado a guardar la ropa de la temporada anterior dándole un lavado antes de desterrarla a la caja de la ropa para el año que viene. Este cambio, aunque les da pereza hacerlo, suelen dejarlo para algún  fin de semana, en el que tras terminarse el libro que tanto les está costando y planchar el montón de ropa acumulado, deciden cambiar la ropa de la temporada. Son varias cosas que han dejado para mañana, pero que al final terminan haciendo muy hacendosamente. 
Los piltrafillas de la pereza que estudian una oposición se distraen con cualquier cosa antes que ponerse a estudiar, pero luego lo compensan leyendo cosas relacionadas con sus estudios o no saliendo el fin de semana, o buscando la manera de sacarle más horas a los días. No llevan sus estudios al día, pero conocen a todos sus profesores y saben perfectamente a qué compañero deben pedirle los apuntes en caso de no ir a clase una mañana. 

En el nivel II están, ¡¡tachán tachán!! Los Perezosos máster.
Su lema, muy a su pesar, es el de SI LO PUEDES DEJAR PARA MAÑANA, POR QUÉ VAS A HACERLO HOY. Muy a su pesar porque una de las principales características de los máster es el elevado cargo de conciencia perezil que soportan a causa de su desidia voluntaria.

En este nivel todo es aparcable para más adelante: 
Una llamada telefónica a tu madre, a tus primos, a tus amigos, incluso la llamada para felicitar un cumpleñaos se demora tanto, que terminan estableciendo una especie de ritual: el de ser los que felcitan un mes después, y si alguna vez se caen de un guindo y felicitan a tiempo la cosa pierde mucha gracia, o el amigo felicitado muere del pasmo, o piensa...¡qué raro esta éste! compran la leche al límite, al salir de trabajar se acuerdan de que no tienen para desayunar y entonces  se compra en el chino o en la gasolinera. La plancha se les acumula al mismo ritmo que las lavadoras, o no se pone ninguna en días, o de golpe hay que poner tres así que luego van planchando según se van poniendo la ropa. Hay ropa de otra temporada, no vuelta a poner,  que se queda en el montón de la plancha hasta que llega el ATRACÓN PLANCHIL, en el que planchan sin parar prometiéndose y jurándose que eso no va a volver a pasar jamás.
  El cambio de armario de una temporada a otra lo llevan con cierto retraso, suele pillarles la temporada con el cambio sin hacer, entonces, el frío o el calor obligan: van sacando poco a poco las prendas y los zapatos, que se mezclan en el armario con las prendas de la temporada anterior, hasta que un día deciden que ya no pueden convivir más los bikinis y los forros polares y hacen el cambio. Si los piltrafillas se entretienen en lavar algunas prendas antes de guardarlas, los máster, directamente meten la ropa en la bolsa de "ropa para dar" y por supuesto tienen un montón de bolsas de "ropa para dar" acumuladas debajo de alguna cama. A veces los máster en la temporada siguiente rescatan prendas de estas bolsas para su armario, señal inequívoca de que se guardo allí por pereza y no por interés real de donar esa ropa.
Un máster puede ponerse el despertador a las 09:00 de la mañana y levantarse a las 12, tras pasarse la mañana dándole al botón del apagado porque tienen la función snooze activada y el despertador ha estado sonando cada 7 minutos desde las 09:00 hasta las 12:00. Un perezoso máster llena el depósito de gasolina 15 kilómetros después de marcar la reserva.  No le ocurre con todas las cosas, pero no es raro que se le caduque la garantía de algún aparato roto sin que le haya dado tiempo de llevarlo a arreglar. Estudian todo, el día de antes, o al límite. Los máster son de atracones finales porque siempre les parece que les queda tiempo de sobra, mañana sin falta, mañana sin falta...es su lema. Los máster envidian la actividad de los piltrafillas, querrían hacer tantas cosas como ellos, en su mente desearían ser activos, pero en realidad, la pereza les gana y nada mejor que pasar la tarde sin obligación ninguna. Los máster van con mucha ilusión a Ikea, para luego tener los paquetitos de cómodas, estanterías, espejos, mesas...semanas sin montar. Un libro que no les gusta, no se lee. Se abandona, pensando que en otro momento se retomará, pero eso no se hace jamás. Incluso hay libros que les gustan que se abandonan, simplemente por pereza. 


Y en el nivel III están, ¡¡tarara, tatarar ta tatata taaa!! Los perezosos Cum laude, aquellos cuyo lema es SI LO PUEDES HACER MAÑANA, TAMBIÉN PUEDES HACERLO PASADO MAÑANA. Aqui está la gente que no plancha, jamás. Que tira tuperwares porque la comida lleva tanto tiempo ahí metida que no se atreven a abrirlos no vaya a ser que eso haya diyivolucionado a animal peligroso y sufran un ataque de pollo en pepitoria en 3D. Estudian un día entre semana, se pegan una paliza del 15. No suelen ir nunca a clase, el día que van se les reconoce porque son los que llevan la ropa arrugá. Pueden pasarse un día en la cama: viendo la tele, leyendo, jugando a videoconsola..con el chandal del día anterior sin quitar, algunos incluso no duermen en la cama, sino directamente en el sofá. Llevan una garrafa de gasolina en el maletero porque ya se han quedado más de una vez con el contador a cero. En su armario convive ropa interior, con ropa de baño, gorros y bufandas y abrigos y camisetas de tirantes de las últimas 8 temporadas.  La ropa interior se lava el día que empiezan a usar el bañador o el bikini como braga o calzoncillo.  El papel higiénico se compra después de haber empezado a tirar de rollo de cocina. Si no hay leche se desayuna en el bar de abajo. No compran en Ikea. Los perezosos cum laude nunca devuelven nada que se les preste, no porque se lo quieran quedar, sino por pereza. Muchas veces tienen la inteción de hacerlo, inlcuso llegan a prepararse el objeto de la devolución para dárselo a su dueño, pero un soplo de la diosa pereza y al ir a salir por la puerta piensan: hoy no se lo llevo, que igual no nos vemos. Mañana se lo daré. Y cataplás. Si un libro no les gusta, lo dejan, pero la desidia de leer se les impregna de tal manera que les cuesta meses volver a ponerse con otro. Los perezosos cum laude nunca deshacen una maleta, la maleta se va deshaciendo por la inercia de necesitar cosas que van en ella. Pero siempre se queda alguna prenda olvidada y perdida para siempre. No se toman la molestia de emparejar los calcetines y por eso es fácil que lleven uno de cada. Las tareas del hogar no son lo suyo y desarrollan una admirable capacidad para vivir entre desorden y platos amontonados, sin que les produzcan ningún fallo neural tanto caos. Los perezosos cum laude aprovechan que tú les llamas un día para hacerte un pack de felicitaciones y ya dejan zanjado el asunto para el año felicitándote de golpe todos los eventos importantes: fiestas, cumples, paternidades, bodas...


¿Cúal es tu nivel? Piltrafilla, máster o cum laude.  Yo estoy en el segundo grupo, como alumna aventajada.

















Mi boda en 40 detalles


1. Nos casamos al aire libre, en un paraje de Perripueblo,  con unas vistas fantásticas del conjunto arquitectónico,  flanqueado por dos riachuelos y donde hay un viejo molino transformado en albergue rural que nos venía genial para hacer la fiesta después de comer. 




2. En plena naturaleza ofrecimos un sencillo, pero muy cuidado, aperitivo. No nos falto el serpentín de cerveza bien fresca en pleno campo. 





3. Para la decoración y sobre todo para la realización y montaje de todo, antes y el día del evento,  conté con la ayuda de María, una chica que tiene una relación especial con Perripueblo y a la que conocí como últimamente suelo conocer a las personas especiales: de casualidad navegando por internet.



4.  El guión de la boda lo escribí yo. Mi hermano hizo de maestro de ceremonias y el amigo de Paco que nos casó en la boda 1.1 nos "volvió a casar"

5.  Los novios llegamos juntos al lugar de la ceremonia, (nos vestimos y preparamos en habitaciones separadas y nuestro primer encuentro fue en el patio del Parador). Cuando yo me bajé del coche la música que empezó a sonar y con la que hicimos el paseo hasta el altar fue la BSO de Forrest Gump.

6. La música la escogimos Paco y yo, casi toda BSO de películas: Love actually, Forrest Gump, Amelie, La vida es bella, Las normas de la casa de la sidra; son algunos de los temas que ambientaron la ceremonia. De controlar técnicamente la ambientación musical se ocuparon mis amigos de Madrid. Todos profesionales de la imagen y el sonido, con lo que quedo de cine. :-)

7. No hicimos banquete, hicimos comida cóctel en el Parador de Perripueblo. Informal, distendido y mucho más económico.

8.  Un grupo de dulzaineros (amigos) nos dio la bienvenida con música en la entrada del Parador. Fue una sorpresa y entré  al cóctel, a ritmo de jota, bailando con mis amigas.


9.  Me regalaron una Nancy, antigua, con su caja  y todo. Un lujazo. 

10.  El aperitivo y la fiesta los organizamos nosotros, contando con un buen amigo que tiene bar- restaurante  en el pueblo. Nos sorprendió la exquisitez y los detalles tan cuidados que tuvo. Nadie diría que era la primera vez que lo hacía. 

11.  La decoración fue con cosas sencillas, económicas, prácticas, hechas por María y por nosotros, sin complicarnos demasiado y dando mucho protagonismo al lugar que de por sí es precioso: telas de colores, papel de seda, limones, hojas de limoneros y velas fueron la base de todo.




12. Usamos cubas de vino para el altar y como mesas auxiliares para el aperitivo.





13.  La semana antes de la boda hizo ola de calor insoportable, el día de la boda, por suerte, bajaron las temperaturas, por la mañana  nubes y claros  y por la tarde llovió.

14.  Los limones fueron la estrella de la decoración. Un guiño a la tierra de perriesposo: Murcia. Nos vinimos cargados de 40 kilos de limones cogidos en la huerta de uno de nuestros amigos.














15.  Mi ramo  fue de claveles blancos. Cuando lo fui a encargar a la floristera le entusiasmo la idea: por salirse de lo habitual y sin embargo ser algo tan sencillo y porque pensó que era el ramo ideal para mí.  Me costó 16 euros.




16.  A los invitados les recibían este par de novios tan graciosos. (Los hizo María




17.  En la zona del "altar" colocamos  un cuadro pintado por la madre de mi marido. Un cuadro que tuviera un significado especial  y que luego pondríamos en casa como recuerdo de ese día. Por la tarde, en la fiesta, el cuadro estaba presidiendo también el salón donde hicimos el baile y barra libre.



18.  El motivo de la la invitación de boda fue el cuadro que pusimos. 

19.  El photocall estaba dedicado al mundo audiovisual, que es mi carrera y donde he currado la mayor parte de mi vida. Todas las pijadillas, menos las barras de color de fondo, las hice o conseguí yo. El micro es made in Perri 100%.
















20. Tuve maquilladora profesional. Era mi capricho. Me volví loca buscando a alguien que pudiera desplazarse a Perripueblo y encajara con mi manera de entender el maquillaje. La encontré, como no, por internet. Ahora somos buenas amigas.

21. Tenemos un reportaje de fotos de boda, sin apenas posados, de momentos, de sentimientos, de carcajadas y risas maravilloso. No contratamos fotógrafo. Pero la casualidad y la fortuna quisieron que hubiera un fotógrafo profesional (a parte de amigos que hicieron fotos especiales) ese día en mi boda. Es el marido de la maquilladora y por tener un detalle con nosotros, nos regaló el reportaje.  Una de mis fotos preferidas (de las que puedoquiero enseñar aquí)  es ésta. Y ésta también.



22. Una de las cosas más complicadas fue hacer la lista de invitados. Yo estaba tan obsesionada con el presupuesto y quise apurar tanto que me he quedado con el cargo de conciencia de no haber invitado a ¡cuatro! personas que me hubiese encantado tener ese día cerca. Una de ellas lo sabe, pero el resto no, pienso que quedaría peor si se lo digo ahora.

23. Me olvidé de depilarme, arreglarme, las cejas. Tuve que hacerlo deprisa y cansadísima la noche antes, a las 2 de la mañana.

24. No estrené zapatos. Eran el "algo viejo" de la boda.




25. El presupuesto total de nuestra boda no sobrepasó los 13000 euros.

26. Nos hemos casado por primera vez, yo con 41 años y  perriesposo, 46. Nunca me he sentido más joven.

27. Celebramos la boda dos veces. Una la civil, muy íntima y otra la confirmación de la boda, que fue la fiesta a la que acudió todo el mundo.

28. El vestido de novia lo compré y lo escogí con mi chico.

29. El novio llevaba chaqué alquilado. Eran suyos la camisa, el chaleco y los gemelos que, por cierto,  se los regalé yo.



30. Llevé dos ligas. Las dos regaladas. La más especial, por la historia que tiene detrás, me la regaló una de mis mejores amigas. Iba en una caja, hecha a mano por ella, tan delicada y preciosa que la usé para llevar los anillos en la ceremonia. Cuando llegué a dormir el viernes me encontré el paquete de regalo en mi habitación. Hace 12 años yo le regalé a ella su liga de novia y doce años después ella pudo cumplir su promesa de regalarme la mía. Lloré como una posesa cuando abrí el regalo y leí las tarjetitas que venían con él: Una copia de la tarjeta que le puse yo cuando ella se casó, en la que puso ¿te acuerdas? y otra tarjetita para la ocasión en la que me ponía lo feliz que estaba de poder cumplir, por fin, su promesa.



31. Mientras me maquillaban me bebí casi una botella de champán, regalo del Parador. Me sentó de maravilla para poner los nervios en su sitio. Mano de santo. Eso sí, recomendable tras un desayuno abundante.



32. Fuimos en nuestro coche y no lo adornamos estilo nupcial.

33. Mis joyas de boda, incluidos los anillos, son de plata y regalo de mi madre. Dos pulseras y los pendientes. Una de las pulseras la llevo, ahora, puesta siempre.



34. Nos tuvimos que buscar mucho la vida: desde buscar un buen equipo de música, que le prestaron a mi hermano. Pedir al ayuntamiento permiso para celebrar la boda (pues en Perripueblo no es nada habitual casarse en el lugar que escogimos), sillas y que nos acondicionara la zona; se portaron de lujo. Montar toda la zona para fiesta y recibir durante la semana a todos los proveedores que traían bebidas, barras, serpentín de cerveza... Contratar a alguien para que limpiara el domingo, otra inversión impagable. Pedir, llevar, recoger las cubas de vino, nos las prestó un amigo que tiene bodega.  Montar y recoger todo el tinglado, aunque se encargó María del grueso de la organización, nosotros la ayudamos, sobre todo el viernes. Hacer  muchos viajes desde Murcia con el coche hasta los topes: limones, cuadro, caballete, cachivaches varios, golosinas, trajes... Decidir la música, escribir un guión divertido y emotivo y montar una ceremonia como si de un espectáculo se tratara.

35. A 18 días de la boda nos avisaron de que debido a un "error" nuestra boda coincidía en día, hora y lugar con la celebración de otra boda. Problemón.

36. Aunque no planeamos viaje de novios porque no entraba dentro de nuestro presupuesto ahora, en noviembre,  vamos a poder irnos a New York.

37. Preparamos la boda en 4 meses. El 7 de marzo y sin esperarlo para nada, mi chico me pidió que me casara con él y el 19 de julio lo celebramos.

38. Mi vestido de novia me costó, arreglos incluidos: 270 euros. Es de la firma murciana Cabotine. Y el secreto del precio es que es un resto de la colección de 2012.




39. Muchas cosas de mi boda las encontré en internet: organizadora, maquilladora, alianzas, pendientes, ropa interior, vestido de la boda 1.1...Sólo en las joyas  me ahorré más de 300 euros.

40. Nunca esperé que el día de mi boda fuera a ser el más feliz de mi vida, como tanto se dice, y sin embargo lo fue. No recuerdo haber estado tan feliz, tan encantada de todo, tan reconciliada con la vida como ese día y mucho tiempo después. Lo repetiría, tal cual, mañana mismo.





Nota del blog. 
Por motivos personales  no aparecen en el blog los nombres, ni las empresas de María (la organizadora), ni de Jorge (fotográfo), ni de Elena (maquillaje). María trabaja en Barcelona y Elena y Jorge en Valladolid, si alguien quiere sus datos sólo tiene que decírmelo. 

De Todos los Santos a la corrupción murciana. Mini postencadenado.

Me he ido a pasar el puente de Todos los Santos fuera para comer buñuelos hasta hartarme  y a la vuelta me he encontrado de bruces con Halloween, en forma de huevo estrellado, contra la persiana de mi terraza. Y es que al final nos sale la hispanidad por todos los poros. No hay cómo coger una tradición anglosajona y revestirla de mala educación. Ni sé, ni me interesan las reglas de este halloween de calabazas, zombies, sangre por doquier y pustulas purulentas en cuerpos desmembrados. No tengo niños a quién disfrazar, ni a quién enviar de casa en casa a pedir caramelos o lo que sea que se exija pida en esta locura jalogüina. No me interesa. Pero si a mi puerta llama un grupo de chavales, encantadores, que lo están disfrutando, seré la primera en participar de su juego, pero si a mi me ventana llega un huevo estrellado de la mano de cuatro maleducados que no saben, ni entienden, ni nadie les ha explicado que las reglas del juego no son las de joder al personal, entonces al año que viene lo único que tendrán cuando vuelvan y les abra, será un "largaos de aquí y ojito con tirar nada" y me da igual si pagan justos por pecadores. 


Me da igual si pagan justos por pecadores parece que sea la argumentación que esta semana pasada ha defendido en Murcia, al hilo de la Operación Púnica, el presidente de la región y todo su acompañamiento. Ha sido muy discutida la dimisión de 3 altos cargos de los que, al menos en uno de los casos, es más que dudosa su implicación en ningún tipo de asunto turbio. Servidora, también duda mucho de la corrupción de una de esas tres personas, sin embargo tras llevar toda la semana escuchando cosas como "la dimisión por respeto" "la generosidad de estas personas por dimitir" he terminado por estallar. 
Lo del acto de generosidad huele a podrido. Primero por ellos: ¿Han decidido inmolarse por qué? La  única defensa de la que han hecho gala ha sido la del  argumento de «la tremenda injusticia». Pero no tienen agallas o les falta dignidad para decir alto y claro que son cabezas de turco, que antes que ellos deberían dimitir muchos «colegas» que trabajan para, militan, simpatizan o campan en el partido que a ellos les puso y les ha quitado, sin honores, de sus puestos de trabajo. Están imputados en Murcia el alcalde, el delegado de gobierno y varios consejeros, entre ellos el de educación. 
Me rechina lo de la tremenda injusticia porque se creerán que somos tontos, los de a pie, y no nos damos cuenta del lavado de cara. Me rechina porque parece que somos los de a pie los que los hemos condenado antes de tiempo, cuando han sido aquellos a los que  representan y con quién comparten ideología los que han decidido que ellos paguen el pato del hartazgo de la ciudadanía con la corrupción.
No me basta con escucharles proclamar su inocencia. ¡Hablad claro y alto!  y sino pensaremos que quizá no tengáis culpa para abandonar así vuestros puestos, pero tampoco merecéis otra cosa si termináis vendiendo vuestra propia dignidad. Hablad alto y preguntad  a quién os puso y os quitó, por qué vosotros sí y otros tantos no. Exigid, desde vuestra proclamada honestidad, la dimisión de los otros y dejad de echarnos la culpa al pueblo por pensar que sois todos igual de corruptos, porque lo pensamos. Porque lo sois. Mientras vuestras bocas estén selladas, amordazadas y al servicio de quién os da u os quita cargos, como mínimo sois cómplices, eso a mis ojos, os hace culpables. 
Dejaos de respeto, de injusticia y de eufemismos. Revelaos contra esa generosidad que tanto alaba el señor Garre. No se dimite por generosidad, se dimite por negligencia, por responsabilidad  o por obligación. Y a veces por vergüenza.  Decidnos bien claro por qué habéis dimitido vosotros. 
Mientras tanto, si ni siquiera vosotros mismos respetáis vuestra proclamada dignidad, vuestra integridad y decencia, vuestro honor, no esperéis que seamos los demás quienes lo defendamos. 













Mentir (post reeditado)

Esta entrada la publiqué por primera vez en julio de 2013. La vuelvo a publicar porque es lo que siento, lo que sigo pensando, lo que me inspira todo lo que está pasando ultimamente, y con ultimamente me refiero a algo más que la última semana, mes, año, trienio...





"Yo creo que a cierta parte de los políticos, sobre todo a los que están gobernando y a cierta parte de la cuidadanía, se les ha ido la pinza. Bastante, según mi juicio.
Veréis que os parecería si yo escribiese un post que empezasa así.

Hola a todos los que seguís mi maravilloso blog. Sin duda uno de los mejores, sino el mejor blog de todos los que pueblan la blogsfera. Un blog que tiene millones de seguidores y que cada día renuevo con contenidos geniales que a nadie más se le ocurren porque solo yo tengo la suficiente elocuencia y capacidad para llevar a cabo este proyecto de escritura. El post de hoy supera a todos los que he escrito, ya sabéis que yo me supero cada día, pero no olvidéis que el que escriba mañana será mucho mejor porque para entonces habré logrado ser una persona aún mejor en todo lo que me propongo
.
Penoso, ¿no? Sobre todo porque es MENTIRA. Y además una mentira DESMONTABLE desde el minuto 0. Nada como leer mis seguidores para ver que solo tengo 28. Nada como ir a mirar mis visitas para darse uno cuenta de que no llegan a los 10.000. Nada como leerme para saber que escribo sobre lo mismo que otros blogs, que no soy ninguna fiera en lo que hago y que lo de superarme a diario no es verdad, sobre todo porque no escribo todos los días.
Vale, pues ahora van los políticos y donde dijeron Digo ahora dicen Diego y además niegan haber dicho Digo.
Y resulta que todas y cada una de sus mentiras están televisadas, grabadas, escritas, fotografiadas, vistas en televisión, leídas en periódicos, escuchadas en radio, tuiteadas, pasadas por Facebook...vamos que ya no hace falta ni echar mano de la memoria porque los tenemos ahí, grabados,   diciéndonos, antes, lo que ahora niegan.
Me fastidia muchísimo que cuando, en una rueda de prensa, por ejemplo, un político se permite el lujo de mentir descaradamente, no haya ningún periodista que se levante y le diga a la cara:
Mire, usted, en su estupidez , en su orgullo y en su maldita vanidad, se creerá que nosotros somos imbéciles y que no tenemos memoria. Usted está llamándonos a nosotros y a todos los españoles, idiotas. Mire, lo que yo siento cada vez que usted se hace el gracioso y me dice que no dijo, es mucha vergüenza ajena. Así que hoy cuando se vaya a su cama, recuerde que si usted está donde está no es por méritos propios, recuerde que usted lo único que ha hecho para llegar hasta ahí es engañar y mentir. Es ser un ser despreciable, cretino y malnacido. Recuerde que una abrumadora mayoría de los que estamos escuchándole pensamos y sabemos que nos engaña. Recuerde que usted no es nadie, solo una mala persona, alguien sin escrúpulos ni dignidad, que no le llega a la suela de los   zapatos a la mayoría de las personas que confiaron en usted para que usted ahora tenga los santas narices de decirnos que ustedes no han dicho o hecho lo que todos hemos visto que han dicho y han hecho. Y con esto doy por finalizada mi intervención en esta rueda de prensa. No necesito hacerle más preguntas si sus respuestas van a ser más dignas de un programa de humor o de un monólogo de los hermanos Marx que de un gobernante responsable y comprometido. No necesito escuchar más sermones en los que hay un solo emisor, ustedes, y donde nosotros, los periodistas no tenemos más que la mera función de escuchar patrañas, hipocresías y oratorias esperpénticas sin ningún derecho a preguntar, rebatir, cuestionar o, si se diera el caso, afirmar y aplaudir. No cuenten conmigo para seguir con esta patética parodia de la democracia que están ustedes imponiendo. En lo que a mi respecta, no merecen mi confianza, mi tiempo, mi lealtad, ni mucho menos mi respeto.
          He acabado. Me voy a la oficina del paro, a mucha honra."

Somos sordos, ciegos y mudos (o simplemente imbéciles)

Esta semana he visto esta noticia: 

Unos ladrones excavan un túnel de unos 150 metros de largo por uno de alto, desde una casa vacía hasta la sucursal del banco para entrar a robar.

Cuando uno ve este tipo de noticias se pregunta si usarían algún tipo de herramienta del espacio sideral, insonorizada o algo. Porque excavar un tunel de 150 metros no es baladí. Acabamos de estar de obras en casa de mi hermano, solo hemos tirado un tabique y el ruido era estresante. La verdad. 

Pero lo cierto es que aquí los ladrones hicieron su túnel y fueron detenidos una vez dentro del banco. Los vecinos no oyeron nada? Flipo. 

Y flipo porque ya está bien de estar calladitos, señores. Porque la educación cívica exsite, no es un ente, ni una maldición a la que haya que desterrar. Mirad, cuando volví de vacaciones, en septiembre, de repente a eso de las 12 de la noche, ¡las 12 de la noche! empecé a oír acostada en la cama golpes de obra. Primero pensé que estaría delirando, que sería un coche con la musica a todo volumen, así que puse el mute a la televisión y escuché mas atentamente. Efectivamente, eran golpes de obra. Y golpes cojonudos. ¿Pero quién coño, o sea, qué clase de gilipollas integral persona, está haciendo obras a las 12 de la noche? Supongo que sabréis que existe una normativa legal, ordenanzas municipales que regulan la realización de las obras, entre otras cosas regulan el tema de los horarios. Uno no se puede poner a hacer obras, ruidos, cuando le salga de los mismísimos. Bueno, pues estresada, porque el ruido no paraba subí a la terraza para ver si lograba identificar de dónde provenía el sonido. Pero no lo sabía. Mi idea, por supuesto, era llamar a la policía.  Como no logré identificar de donde cojones venían los ruidos, no llamé. Sobre la 1 o 1:15 pararon los golpes. ¡¡Jo, me quejo por nada!!

Así varios días más. Y yo alucinando, porque si lo oía yo, y no era mi vecino de enfrente ni el de al lado el que daba golpes, ¿cómo era posible que las casas colindantes con la casa de las obras, fuese la que fuese, no lo estuvieran sufriendo? (atención que no digo oyendo, digo SUFRIENDO). Os aseguro que los golpes eran de órdago. - ¿Pero es que nadie va a decir nada? me preguntaba. - ¿La gente es que no madruga? - ¿A la gente no le molesta nada? Me estaba poniendo mala. Hasta que llegó un día, estaba ya con las ventanas cerradas y empezó la serenata. Y no pude más y llamé a la policía. Y les conté que había alguien haciendo obras. Que no podía precisar dónde, pero que desde mi calle y número se escuchaba perfectamente y que quizá ellos desde la calle dieran con la casa en cuestión. Me dijeron que no tenían ninguna notificación al respecto y que se pasaría una patrulla cuando acabara un control que estaban haciendo, la verdad es que estuve mirando un rato y no vi a ninguna patrulla. ¿Quizá por eso la gente no les llama? Porque no hacen caso.....Ahí lo dejo.
Como los golpes no cesaban Elmurciano y yo al final descubrimos de dónde provenían así que volví a llamar a la policía minutos después para darles más datos (  para tocar un poco los cojones y si no tenían notificación, desde esa noche ya tendrían dos).
Los ruidos no eran constantes, es decir, daban unos cuantos golpes, golpazos, super-golpes y paraban, de manera que, les dije a los polis, - cuando paséis quedaos un rato escuchando en la calle porque puede que justo en ese momento no los estén dando.
Y así fue. Cual cotilla en el balcón vi como una patrulla de la policía pasaba por mi calle, se detenía una milésima de segundo en la casa que les habíamos dicho, pero como en ese momento no había golpes, continuaron la marcha. 

Al día siguiente y hartos de que haya gente que se mete la educación por todo su culo por donde les quepa hablamos con el concejal de seguridad cuidadana, que es amigo íntimo y se lo comentamos. A esas alturas ya estábamos seguros de qué casa procedían los golpes y como esto es un pueblo y casi todos se conocen Elmurciano me dijo de quién era la casa. Alguien que tiene un negocio en plena Calle Mayor, justo al otro lado de la susodicha casa, así que mi intención era la de ir, yo, directamente, a poner la cara colorada al maleducado de turno. Pero, por suerte para mí, al final fue el concejal o la policía quién le dio el aviso.  No han vuelto a hacer obras. Ni de día, ni de noche :-(

La casa de las obras, a la que yo conozco en obras desde que llevo viniendo aquí, (es una casa sin acabar, no son obras de arreglo, son obras de construcción) no tiene aún puerta de acceso normal, desde la calle, sólo un portón de cochera. Un sábado Elmurciano y yo volvíamos a casa, era tarde, más de la 1 de la mañana y pasamos delante de la casa y dando unos pequeños golpes, como llamando, en la puerta de cochera dijimos: - está es la casa de los golpes...dimos unos puñetacillos, cuando de repente una voz desde dentro dice: - ¿pasa algo? nuestra cara...¡¡ay la leche, que hay gente!! y yo ni corta ni perezosa contesté: - Hoy no pasa, pero otros días sí. 

Pero a lo que voy, por qué somos capaces de soportar estas muestras de incivismo. Estoy convencida de que los vecinos de esa casa han oido lo mismo y mucho más que yo, ¿por qué no han dicho nada? Tanto la policía, como el concejal, no tenían ni idea de que eso estuviera ocurriendo, nadie había dicho nada y cuando yo avisé habían pasado ya semanas desde que lo escuché por primera vez. ¿Y si esos golpes fueran de algo más que de una obra? No se, a mi sinceramente me da igual a estas aturas que alguien robe un banco, pero ese robo puede poner el peligro la vida de otras personas y eso no me da igual. Pero podría ser peor, ¿no? si no nos alarmamos por esos golpes tampoco lo haremos por otros. Y si fuera alguien qué está secuestrado y en un momento dado da unos golpes tremendos para que le escuchen (porque los golpes os aseguro y juro por mi honor que eran terribles) y si fuera alguien en peligro que da golpes para llamar la atención...No se, no es normal dar golpes a partir de las 12 de la noche, ¿no? No es ya que sea "ilegal" o que esté prohibido, es que no es normal.
 Yo creo que debemos hacerlo, dar parte de estas circunstancias, porque no es meternos en la vida de nadie si informamos de conductas que no son normales. Y mucho menos si nos afectan a nosotros. 

Es curioso, como siempre ante noticias de este calado, incluso otras mucho peores, los vecinos siempre dicen: no sospechamos nada, eran normales, aunque a veces a alguno se le escapa algo: oíamos ruidos raros, discutían mucho, no estaban bien...
Pero los demás solemos hacernos los sordos y los ciegos.

En fin. 

Para acabar, este verano, en la playa, presencié una escena que todavía me aturde. Era una noche de fiesta. La del 15 de agosto y en un chiringuito de playa había un hombre muy borracho, bailando con toda la que podía, haciendo el patético, básicamente. Cuando mi primo me alerta de la presencia de una mujer y una niña; esto serían sobre las 2 de la mañana.
La niña de unos 7 años como mucho, lloraba pidiendo a su madre irse a casa. La madre  la miraba con cara de pedo...de no saber qué hacer, de pasmada. Parecía borracha, ida...La niña entonces se levantaba y se iba donde estaba bailando su padre y le tiraba de la camisa, le decía, llorando, que dejara de bailar y que se sentara con ella y su madre. La madre no hacía nada, miraba a su hija y a su marido, atontada.
El padre, después de dar la nota y bailar con alguna que otra que le reía las gracias (cosa que era inexplicable puesto que el señor en cuestión era un hombre en absoluto agraciado, una especie de Berlusconni apaletado) se sentaba y se pedía otra copa y se la ponían y la niña se desesperaba al ver que el padre en vez de querer irse se tomaba otra. Y lloraba y suplicaba: - no bebas más, mamá dile algo, papá vámonos a casa. 
El padre le hacia carantoñas a su hija, para que le dejara en paz,  borracho como estaba, y se levantaba a seguir bailando. Y vuelta a empezar. 
Os aseguro que es una de las cosas mas duras que he visto en mi vida. Y que me resultó muy complicado mantenerme al margen de esta situación. A mí y a todos los que estaban conmigo nos quedó la duda de si debíamos habernos metido en medio. Pero ¿cómo?, ¿qué hacer en un caso así, llamas a la policía? Quizá deberíamos haber advertido a los camareros que no le sirvieran más copas ya que de ellos no salía.  Cuando nos fuimos, les dejamos allí y mi primo se acercó a la madre y le dijo que hiciera caso a la niña, que era hora de irse a casa.  Eso fue lo único que hicimos. Y nos marchamos porque éramos incapaces de seguir viendo aquello. 
En el chiringuito había más gente, incluso gente que reía las gracias del señor cuando bailaba tan borracho, gente que estaba allí pasándolo bien y pasando de todo. Gente que daba cierta repugnancia, que ante esa criatura, ya no digo que te metas en medio, pero que le sigas el juego al padre, me parece lo peor. Camareros incluidos. 

Alguien me dijo que esa escena era normal en esa familia, que ya les había visto otra noche en un pub del pueblo de la misma guisa. Padre borracho, madre ausente y niña llorando e implorando irse a casa. No eran una familia desestructurada, él por lo visto tiene una buena profesión en Murcia, un bufete,  pero ahí hay una niña que va a pagar muy caro tarde o temprano. 

¿Que se hace en un caso así?