El mail.
Hola F.
Ante la asombrosa noticia que me diste ayer y la falta de soluciones que me estáis aportando desde la dirección del Parador me dirijo a tí porque nos sentimos discriminados y no estamos dispuestos a consentir tal agravio. Me gustaría ver un trato profesional, a la altura de lo que un Parador nacional requiere y que se tuviese empatía absoluta con la situación en la que nos estáis dejando y lo que esto nos supone a Paco y a mí.
Para empezar me parece cómico que me argumentes que los de la otra boda son de fuera de ------, como si eso fuera alguna causa de fuerza mayor, pero es que en cualquier caso nosotros vivimos en Murcia, a 600 km de -----, tenemos 80 invitados que se desplazan de Murcia, 14 personas desde el País Vasco, 5 desde Madrid, 2 desde Zaragoza, 5 desde Cataluña y una persona desde Miami. Todos vienen a ------ única y exclusivamente para acudir a nuestra boda. Todas estas personas van a ocupar 105 plazas de hotel y casas rurales en ......., incluido el parador. La gran mayoría se quedan dos noches, algunos se quedan 3 y otros incluso más de 3.
No entiendo la falta de soluciones por tu parte y el empeño en que celebremos la BODA en las bóvedas, (recuerdo que es una boda, no un cóctel de bienvenida, ni un vino español, ni una comunión, es NUESTRA BODA ), no comprendo por qué solo nosotros debemos asumir la nefasta gestión que ha tenido Paradores tanto con nosotros como con la otra boda. A los dos nos afecta. A partes iguales.
Creo que no hace falta que a tí te recuerde cómo se ha ido gestando todo este despropósito. Que llevamos desde el día 27 de marzo, hablando del tema. Que desde ese día se habló y se pactó que nuestra boda, tipo cóctel, pero boda, insisto por la importancia que tal acontecimiento tiene en la vida de cualquier persona, debería acabar a una hora concreta, que no podíamos alargarnos debido a que había una boda con banquete de cena. Que hemos pasado por la prueba de la comida el día 5 de abril, día en el que nos atendió D. el responsable de comedor. Que el día 18 de abril formalizamos contigo todo, excepto firmar un contrato tú sabrás por qué, pues nuestro compromiso era más que firme, y tuvimos una reunión, en el bar, en la que volvimos a hablar de cóctel de mañana con el compromiso de irnos antes de las 18:00 horas. Que después de esta reunión personal, nos mandaste un correo confirmando el menú, la fecha, el lugar, el horario y las condiciones de pago y que días después ingresamos la cantidad de 1000 euros en concepto de fianza. Y es el día ¡1 de Julio! cuando me llamas para decirme que hay un lamentable error, que la otra boda es de mañana y que su cóctel de bienvenida es en el mismo sitio que mi BODA cóctel. Y que nosotros tenemos que fastidiarnos e irnos a otro sitio del Parador que no tiene nada que ver con el que nosotros hemos contratado.
No hace falta que diga que en todo este embrollo los que desde luego no tenemos ninguna culpa somos los novios, los clientes del Parador. Ni los unos, felices pensando que tratan con profesionales, ni nosotros, que al parecer somos el rival más débil y debemos ser los únicos que sufran las consecuencias de este mal trato.
La solución que nos ofreces es celebrar la boda en las bóvedas. Hablándome por cierto de un número de invitados, 50, que no se de dónde ha salido porque se aleja mucho de los que nosotros dijimos, entre 120/140. Conozco las bóvedas. Soy de ------ y he visitado el Parador varias veces, he asistido a una ceremonia de boda en ese espacio y olía a cloro que no se podía parar. Y considero que el espacio es pequeño para celebrar un cóctel con 137 personas, que a día de hoy es la cifra de personas que acuden al evento. La terraza que sería el único aliciente de hacerlo allí tiene unas escaleras peligrosas y desde luego nada adaptadas para un evento así, si mal no recuerdo no tienen ni barandilla para asirse y son bastante inclinadas. Luego, esa terraza sería un anzuelo para que piquemos, pero no estaría operativa al nivel que exige la boda: decoración, mobiliario, adaptabilidad... No se podría usar para otra cosa que no fuera salir a fumar, cosa que dudo se pueda hacer.
Entendería que tras romperte la cabeza buscando una solución me insistieses en esto, pero mi impresión es que desde que ayer hablaste por última vez con Paco, a eso de las 6 de tarde no has movido ni un dedo para poder llegar a un acuerdo entre la otra pareja y nosotros, como propusimos.
Nuestra propuesta pasa por ceder ellos y nosotros. Ellos acortan su cóctel de bienvenida y nosotros entramos más tarde a nuestra comida. Estamos dispuestos a llegar hasta a las 4 de la tarde, que es una hora más que prudente para que ellos tengan un cóctel de bienvenida muy decente. Lamentablemente la impresión es que no hay ganas de comprometer a la otra boda, que nosotros somos el rival débil, por pura cuestión económica: ellos gastan más. Y esto tiene un nombre: discriminación. No vemos ninguna empatía con nosotros. Y la argumentación peregrina de que ellos son de fuera, cosa me temo que la superamos con creces. Nuestra ceremonia también es a las 13:30, y además, para más inri, tenemos contratado otro espacio en el que celebrar la fiesta, con todos los gastos de personal, decoración, música, alimentación y bebidas, amén del local que eso nos conlleva. Sin olvidar el trabajo que nos está llevando preparar el espacio a nuestro gusto.
Nuestra propuesta es clara. Esto es un error garrafal, no vamos a aceptar de ninguna de las maneras un comportamiento tan poco profesional, nosotros también nos casamos y estamos al límite. No entendemos porqué solo nosotros debemos resultar perjudicados. Quedan 17 días para nuestra boda, no tenemos ningún margen de maniobra y sí muchos, pero que muchos compromisos, mucho dinero invertido y un sacrificio enorme por parte de todos nuestros invitados.
Quiero la boda que pacté, en el lugar que la pacté. Insisto en que un Parador de éste nivel tiene que tener recursos mas que suficientes para solucionar dignamente este nefasto error. No estoy pidiendo ni más ni menos que igualdad de trato. Y sinceramente, no creo que implique ninguna dificultad llegar a la democrática solución que proponemos.
Si la dirección del Parador de ------ no es capaz de darme una alternativa, lamentándolo mucho tendré que acudir a la central y plantear mi problema.
Esperamos tu respuesta en 24 horas, no tenemos tiempo para más, hazte de cargo de que la alternativa es suspender la boda con todas las consecuencias que eso acarreará.
Insisto, la ilusión que unas personas depositan en celebrar un día tan especial no se cuantifica en dinero. Ni los otros tienen más ilusión que nosotros por gastar más, ni nosotros queremos fastidiar a nadie. Solo queremos igualdad de trato ante un error que es totalmente ajeno a nosotros.
Un saludo, esperamos tus noticias, y que te pongas en nuestra piel,
Atentamente,
Tras algunas gestiones por mi parte en las que recibí la ayuda y sobre todo comprensión de parte de algún trabajador que estuvo hace años en el Parador en el que yo me caso, el jueves, al límite del ultimatum que dimos, recibimos la llamada del director que quedó en volver a llamarnos el sábado, día en el que se iba a reunir con los otros novios para plantearles a ellos una nueva solución. Solución que también les afectaba claro, porque hasta el momento, ellos del error ni se habían enterado ya que lo que se pretendía hacer era mandarnos a nosotros a un sótano del Parador mientras ellos seguían con su plan de boda intacto.
Según hemos sabido por nuestras fuentes, la solución que se les iba a proponer no es la que yo propongo en este mail, sino otra.
El sábado por la tarde, a las 19:00 horas y tras no recibir noticia alguna por parte del Parador y está al borde de la angustia, llamamos nosotros, de nuevo, al director. Nos dice, a las 19:00 horas que aún no ha podido reunirse con la otra pareja. 42 minutos después nos llama y nos dice que está todo solucionado y que finalmente nosotros atrasamos nuestro cóctel hasta las 16:00 horas y ellos lo acortan, de manera que ambos podamos disfrutar del lugar donde queremos celebrarlo.
La solución que desde el minuto 1 le planteamos nosotros.
La duda ¿debemos creernos que lo que para nosotros ha sido un maldito calvario, una agonía de 4 días, al final se ha resuelto en menos de media hora de reunión? La solución que al final se ha escogido es la que nosotros propusimos el primer día, entonces ¿por qué si al final esa ha sido la opción escogida, nos han tenido 4 días con el alma en un puño, desquiciados, pasándolo fatal nosotros y toda nuestra familia y amigos íntimos?
Está claro: porque en ningún momento ha habido ganas de solucionar nada. Porque no han querido poner en riesgo a la otra boda, al parecer de gente más digna que nosotros porque se gasta más dinero o porque quizá socialmente son lo que llamamos "boda de alto copete".
Los novios, por fuentes que nosotros tenemos, si fueron el sábado al Parador lo hicieron por la mañana.
Nos han mentido, nos han tratado de idiotas. Y nos han causado un daño tremendo, pues para mí mi boda ya tiene esa mancha negra, ese borrón. Y me va a resultar muy difícil desconectar ese día de todo y disfrutar como hasta el martes pasado, 1 de julio, lo estaba haciendo.
A los que me decís que me vaya a otro sitio:
Irme a otro sitio hubiera sido ponerle a este incompetente la solución en la palma de la mano. Le habría hecho un favor enorme y me habría rendido. Cosa por la que yo no paso. Antes, y lo digo en serio, me meto con mis 135 invitados en medio de la otra celebración.
Esto todavía no ha terminado. Veremos.